Diversorium fue iniciado por Antonio Centeno, Maria Oliver y Veronica Valentini en 2018 en Barcelona. Como un espacio de celebración intersectorial para todos los cuerpos que combina actuación, música y danza, busca crear un sitio donde aprender y desaprender las numerosas posibilidades de existir y ser con los demás. La base de este proyecto es el deseo de un espacio común en el que reunirnos y «bailar» con las comunidades «invisibles» de la ciudad y «movernos» con las discriminaciones que nos separan. Este deseo es también una cuestión de urgencia y necesidad, porque a pesar de los avances, la sociedad sigue estando lejos de ser igualitaria. Diversorium ha tenido lugar en el MACBA (Barcelona), la Sala Apolo (Barcelona), la Sala Paral·lel 62 (Barcelona), el Festival BAM (Barcelona), el MDT Moderna Dansteatern (Estocolmo) y Culturpolis (Barcelona). Próximamente habrá un Diversorium en el centro de arte La Ferme du Buisson.
La práctica de Ariadna Guiteras pone el foco en los cuerpos y las relaciones que los conforman. Su proceso de investigación la ha llevado de una práctica performativa más tradicional a un lenguaje de experimentación artística que también recurre a otras formas. Emplea estrategias como las temporalidades lentas, la cerámica, los tejidos y las estructuras modulares para explorar el concepto medieval del «cuerpo poroso», una teoría médica que consideraba la piel un límite poroso, fácilmente perforable y difícil de proteger. Visto desde el presente, este término se amplía en la obra de Guiteras, considerando los cuerpos, además, vulnerables, abiertos y siempre relacionados, y se utiliza para diseccionar procesos como la gestación y la lactancia. Su obra reciente propone un desmantelamiento de los sistemas que conforman las identidades, centrándose en la edad adulta y su abolición.